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Edición 1: El traductor universal
y otros sueños de la posmodernidad #storytime

Hola, queridos lectores. ¡Finalmente estamos aquí! En tu mail, en la web, en los espacios liminales, en plural -como la realeza y como los los Borg-, y tras casi 20 años “in the making”. Así que gracias por estar aquí el tiempo que elijan estar, no importa si es una edición o todas (o media): gracias por confiar en lo que puedo compartir. Y empecemos ya, veamos qué nos trae esta primera edición mientras me aplico mi 8-step skincare routine.
Hay una app para eso
Así es. Hay una app para todo, y quiero empezar por compartir esto primero, por si se me aburren y abandonan antes del contenido estelar…
Sistema operativo: Android, iOS, web
¿Cansado de grabar notas de voz con ideas geniales que se te ocurren yendo al trabajo, “entrenando” o “haciendo gimnasia” (así como hay una app para todo, hay un debate para todo), en la ducha o donde sea que te llegue la musa y que luego nunca escuchas porque te da pereza transcribirlas? Voicenotes te entiende y acepta como eres. La app es nueva, así que irá mejorando con cada actualización, pero ya la primera versión promete muchísimo. No solo transcribe automática, precisa e inmediatamente lo que grabas (así es, entiende laj papaj ejtán caliente [Hola, Marisa!]), sino que a través de una IA, puede hacer un resumen del texto, una lista de los puntos principales, un post o un tweet (un x, como se llame). (BTW, prometo que este post no es producto de ninguna grabación más que la del VHS del episodio de Star Trek hace 30 años). ¿Es o no es GENIAL Voicenotes? Para mí, es life-changing, sobre todo porque te puede salvar la vida si vas inspirado en el carro.
Darmok y Jalad
Este extraño título no es el nombre de un plato de (insertar etnia culinaria de moda). Es una frase del episodio Darmok de la serie Star Trek: La Nueva Generación, ambientada alrededor del año 2364, y será ahora el nombre de esta sección que en 1953 se hubiera llamado “Curiosidades del lenguaje” en la revista Selecciones; y en TikTok 2022, “#StoryTime”.
La primera edición de Espresso y Neón es autorreferente en más de una forma. El episodio Darmok se estrenó intencionalmente (al igual que este newsletter) el Día Internacional de la Traducción, el 30 de septiembre de 1997. ¿Por qué? Parafraseando a la gran Silvia Pinal, “acompáñenme a leer esta fascinante historia” y sabrán la respuesta.
Todo empieza cuando la nave estelar Enterprise llega a una zona del espacio donde viven los “Hijos de Tamar” o tamarianos, una especie humanoide catalogada como tecnológicamente avanzada, pero tan críptica en su comunicación que ninguna otra civilización ha logrado establecer un diálogo con ellos. Cuando el Enterprise se estaciona en la órbita de El Adrel, un planeta cuya atmósfera es similar a la terrestre y muestra señales de vida, recibe una transmisión de una nave tamariana al mando del capitán Dathon. El Enterprise responde como es usual: el capitán Picard saluda y el Traductor Universal (un programa de interpretación lingüística) prácticamente echa chispas como robot de película B cuando Dathon empieza a hablar, porque no logra descifrar lo que dice. Todos en el puente están perplejos. Finalmente, la computadora enuncia “Darmok y Jalad en Tanagra”. La perplejidad aumenta.
¿Qué está sucediendo? Pues que el traductor pudo entender el lenguaje, pero no fue capaz de interpretar el significado de las frases. Pero Dathon no se deja abatir por la frustración: notó en Picard un legítimo deseo de comunicarse tan urgente como el suyo, y por eso, decide bajar a El Adrel y teletransportar consigo a Picard. Cuando Picard desaparece ante los ojos de su primer oficial, éste llama a alerta roja a la tripulación, los tamarianos responden de igual manera y ambas naves están a un átomo de iniciar una batalla.
Mientras tanto, en El Adrel…

Tras el enojo y la desconfianza de Picard hacia Dathon por el secuestro inusitado, la situación cambia cuando una de las formas de vida del planeta los ataca. Es un feroz depredador que se teletransporta de manera natural. Dathon y Picard deben luchar juntos para vencerlo con lo que tienen a mano, pues no pueden regresar a sus naves ya que la atmósfera de El Adrel genera interferencias. Durante el combate, Dathon empieza a soltar frases que parecen whatsapps enviados a las 3 de la mañana después de cinco Palomas: “Temba, con los brazos abiertos”, “Mirab, con las velas desplegadas”, “Shaka, cuando las murallas caen”, “Los hijos de Kiazi, sus caras mojadas”. Y aquí viene lo que Platón llamó “anagnórisis” en su Poética: el momento en que el protagonista se da cuenta de algo, o, para seguir la hermosa etimología de la palabra: deja de ignorar algo. Poco a poco, tomando en cuenta el contexto en el que Dathon dice las frases, Picard (arquetipo del hombre renacentista, literato, arqueólogo aficionado y más) (bello, mi capitán) se da cuenta de que estas frases son en realidad metáforas de los mitos de esa cultura. Como si nosotros dijésemos “Troya, el caballo en la ciudad”, “Lorena Bobbit, un cuchillo en su mano" o "Reagan y Gorbachev frente al muro derrumbado". Además, Picard se da cuenta también de que Dathon ha procurado esta situación para que ambos pudieran entenderse.
Tras una intensa lucha, Dathon y Picard vencen al monstruo, pero Dathon resulta mortalmente herido. Picard lo acompaña en su agonía contándole la leyenda de Gilgamesh. Dathon fallece en paz tomado de la mano de Picard, sabiendo que su última misión logró el resultado esperado.
Cuando las naves consiguen regresar a sus capitanes a bordo, Picard, ante el asombro de todos los presentes, empieza a conversar con los tamarianos como si fuese el primo que viene de visita. El oficial tamariano, a pesar de la sorpresa y el dolor por la pérdida de su capitán, dice con gratitud antes de despedirse: “Dathon y Picard en El Adrel”. A estas alturas del episodio, uno creería que esta frase es igual a “Darmok y Jalad en Tanagra”, que significa “dos extraños combaten juntos y vencen a un enemigo en común”. Pero la nueva entrada en el diccionario tamariano significa “Primer contacto”: aquel ansiado hito en las civilizaciones espaciales por el que Dathon sacrificó su vida, porque el primer contacto no se trata solo de encontrar nuevas civilizaciones, sino de establecer un vínculo con ellas.
En nosotros, los espectadores, la nueva frase tamariana produce una catarsis: entiendes finalmente que la necesidad de comunicarnos con los demás tiene un poder descomunal, porque es la práctica más vital y profundamente humana que existe en el universo. Es lo que nos ha permitido sobrevivir como especie al contar historias que trascienden el tiempo. Es lo que nos ha llevado a las estrellas. Y es lo que me hace escribir este newsletter.
“Temba, en reposo.”
¡Hasta la próxima edición!
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