Edición #9: Cambios bruscos, sustos, gustos
y otras palabras que riman con (el fin de este) lustro
¡Hola, queridos lectores! Recordados lectores. Nuevos lectores. Gracias por seguir aquí.
Dice la australiana Mallrat en Horses, la canción más hermosa de su reciente álbum:
Como pueden observar (observen, por favor), me he cambiado de plataforma con la esperanza de agrandar mi audiencia de 84 suscriptores al millón para el final del 2026. Objetivos claros, metas alcanzables.
Esas fueron las rimas 1, 2 y 3: cambio brusco, lustro y gusto.
Rima 4, el susto. ¿Ya están viendo Pluribus?
En calidad de persona adicta a la TV, siempre diré que “hay que ver” tal cosa. Con Breaking Bad (de Vince Gilligan, el mismo creador de Pluribus) tenía un poco abrumados a mis amigos de las tertulias de ciencia ficción porque me dio por elaborar miles de fan theories totalmente delirantes y encima encontraba (según yo) guiños de ciencia ficción en cada episodio; así que cuando en uno hablaron de Babylon 5 abiertamente, morí por 5 segundos. Y ahora, mi amado Vince nos regala esta distopía estética, post-apocalíptica con humor negro, thriller psicológico, ¿terrorífica? (cuando la vean entenderán mi duda). Rhea Seehorn, la actriz protagónica que interpreta a Carol, es un fenómeno y merece todos los Emmys, Grammys, Tonys, el EGOT completo, la Lotería y más premios universales relacionados o no.
¿Por qué “hay que verla”?
Primero, porque el dilema que nos plantea como espectadores es más bien un desafío ético: “La persona más infeliz del planeta debe salvar al mundo de la felicidad.”
La idea de sociedades que se destruyen por exceso de felicidad no es nueva. Ya por el año 100, el poeta Juvenal lo resumió en una frase lapidaria: Panem et circenses, pan y circo. Luego la vimos en la icónica Un Mundo Feliz, la burbujeante utopía de Aldous Huxley, que contrasta con el represivo y oscuro 1984 de Orwell. El debate de si vivimos en un mundo o el otro ha alcanzado el nivel de atención y complejidad de “Ronaldo o Messi”, a.k.a. “naturaleza o crianza”.
Más allá de eso, al ver la serie surgen en ti de manera espontánea (y calculada por Vince) preguntas como ¿qué es exactamente la “felicidad”? ¿Cómo me siento al tenerla? ¿Sentirán lo mismo los demás?
Segundo, porque a pesar de ser ciencia ficción, o justamente por eso, el planteamiento de Pluribus nos concierne a todos como especie humana. Gilligan enfrenta conceptos aparentemente no antagónicos como la soledad vs. el confort; y replantea temas de siempre como el individuo vs. la comunidad. No hay posturas inocuas ni fáciles: en un episodio eres #teamcarol; en el siguiente, decides entregarte a la voluntad de la masa; y en el siguiente, Gilligan te hace avergonzarte de tu debilidad… y eres #teamcarol otra vez, pero con más información.
Narrativamente, Pluribus tiene una fórmula ganadora. Es una serie muy clásica en su núcleo, pero muy contemporánea en la ejecución. Y muy respetuosa del espectador: al igual que en Breaking Bad, el silencio y los tiempos de los personajes no son lentitud, sino un espacio muy rico para que nos conectemos y los cuestionemos a ellos y a nosotros mismos.
No me pregunten dónde verla, porque todos sabemos dónde y no me refiero a Apple TV, aunque también se ve allí. Perdónenme, Propiedad Intelectual, pero es injusto (rima 5) que haya tantas plataformas. Sufrimos de saturación de suscripciones.
Rima 6: Robusto. Dos álbumes tremendos
Álbumes robustos, construidos como una sola pieza temática, leitmotivs intrigantes, inmersivos, perfectos: Something Beautiful, de Miley Cyrus; y LUX, de Rosalía. Hay que escucharlos de principio a fin en una sola sentada para que calen, porque así fueron concebidos.
No exagero cuando digo que el álbum de Miley Cyrus es conceptualmente perfecto. En él, encierra la totalidad de lo que pasa en la vida, el universo y todo lo demás. Es un álbum valiente y generoso con nosotros y con los autores a quienes rinde tributo, y no se limita solo a la música. Al final de Walk of Fame, la artista invitada Brittany Howard dice
a star buried in the pavement
Everyone will walk around it
You’ll live forever, you’ll live forever, you’ll live forever(una estrella enterrada en el pavimento
todos caminarán alrededor de ella
vivirás para siempre, vivirás para siempre, vivirás para siempre)
La estrella de la fama se convierte entonces en una especie de vanitas o naturaleza muerta barroca, en donde flores, frutas y velas a punto de consumirse eran pintadas junto a relojes de arena para recordarnos que todo es pasajero. Y hay una capa más: es la lógica inversa del triunfo romano, cuando el César cruzaba la Vía Sacra victorioso y coronado de laureles mientras un esclavo le susurraba al oído: “Memento mori. Recuerda que eres mortal.”
Es curioso y refrescante que Something Beautiful, LUX y Pluribus aludan a conceptos similares: hermandad, belleza, claridad. Al mismo tiempo, en su madurez artística proponen que la existencia de esa luz es dependiente de la oscuridad, y no lo dicen desde un lugar de duelo, sino de aceptación.
A veces, la belleza es tan poderosa que nos parte en dos.
Si queremos contemplarla en toda su inmensidad, tenemos que ser testigos tanto de ella como del dolor que la atraviesa. El paseo de la fama es euforia efímera. Tenemos que darnos cuenta de que ver las cosas como absolutas (pura luz o pura oscuridad) no nos permite comprender una verdad que reside más allá de esos extremos. Una verdad que en el arte nos lleva a la catarsis, y en la espiritualidad, a la liberación.
Como dice la maestra budista Elizabeth Mattis en su podcast Open Question:
“Ser testigos no es habitar una zona gris ni neutral. No es un acto pasivo. En realidad, es un poderoso acto de no conformidad frente al hábito de cosificar, ese que enturbia la mirada. Ser testigos nos da acceso a la verdadera creatividad, al amor y a la comprensión. Nos sitúa en una relación sana con el mundo —con nuestra experiencia— y nos protege de los extremos del pensamiento.”
Rima 7: Incombusto
Mil disculpas. No hay muchas palabras que rimen con usto. Encontré esa en el DRAE, buscando por terminación (un modo augusto para nerds del diccionario).
Incombusto: no quemado. Es decir, este año, todavía; porque, por muchas razones que podrían incluir todas las rimas de hoy, no pude publicar el newsletter desde mayo. Pero ya estamos aquí, retomando el proyecto desde un lugar venusto, con ganas de compartir lo que me apasiona y escuchar sus comentarios.
Nos vemos pronto, antes de que estemos vetustos.
Denise


Me gusta Pluribus. Me parece que va en camino de "Invasion of the Body Snatchers" pero hubo episodios que me aburrieron. El hecho de que un personaje viaje en carro, desde Uruguay hasta California en 70 días, no me lo creo por nada del mundo. Como siempre, los gringos no tienen idea de Geografía. Para ellos, todo al sur es México. Carol es la bacana de las bacanas, pero hubo un momento que provocaba caerle a cachetadas, jeje. Una prueba más del talento de la actriz.
Leer nuevamente tus letras, Skipper, solo puede ser catalogado como un milagro de Festivus!
En efecto, Pluribus es una serie muy interesante (de lo mejor de este año) junto con Severance, y The Studio.